Engaste de diamante. Maestro: Luis Carlos Saavedra Salamanca – Cartagena (Colombia).
El montaje de las piedras con el fin de ser lucidas ha sido, en muchas ocasiones, el único objetivo de la construcción de una joya. Las piedras han constituido desde siempre la esencia de la joyería y con el fin de ser mostradas surgió la técnica del engastado, consistente en el montaje de las mismas sobre sus monturas. Inicialmente, el engastado ha sido parte integrante de la propia técnica del oficio. Sin embargo, en la actualidad es un trabajo tan especializado que prácticamente constituye un oficio independiente, lo que supone el inconveniente de estar desligado de la construcción de la joya.
Saber realizar las monturas y poderlas engastar confiere mayor libertad de creación en las piezas, y proporciona una mayor integración a todo el conjunto.
HERRAMIENTAS
Herramientas engastar: diferentes buriles, un empujador o apretador, con su característico mango en forma de bola, y el palillo, imprescindible para asir y trasladar piedras.
El equipo para engastar es relativamente económico y fácil de preparar. Se precisan buriles, un mechero o lámpara de alcohol; unos fustes o soportes de madera, que sirven para fijar las piezas; pez o lacre específico, para fijar las piezas en el fuste; el motor de mesa y una buena iluminación.
Engastado – © Swiss International Business Group – Salamanca (España)
Los buriles
Los buriles son las herramientas más útiles para engastar; el buril es un perfil de acero que, convenientemente preparado, se utiliza para cortar metal, realizar los ajustes en las monturas, levantar granos y decorar o recortar metal. los buriles deben prepararse. Para empezar será necesario un buril plano, otro terminado en media caña y un buril de uña.
Buril en su forma original y la parte del metal que debe eliminarse con una muela. Primero se rompe la punta, para cortar el buril, y seguidamente se cortan la forma y el ángulo definitivos.
El empujador
Diferentes terminaciones en la forma de loa empujadores, adecuadas a las distintas necesidades y hábitos de cada profesional.
Esta herramienta, también llamada apretador, es u utensilio imprescindible y se utiliza para abocar el metal encima de la pieza y cerrar la montura evitando de ese modo que la piedra caiga.
Su realización es fácil, cortando el mango de una lima vieja y recociendo su punta; a continuación, con otra lima o una muela, se le da la forma; seguidamente, por el otro extremo se inserta un mango de madera en forma de bola.
Con el fin de evitar que al abocar el metal de las monturas el empujador pueda deslizarse, se deja rugosa su punta. Para ello, se golpea perpendicularmente su extremo contra una lima vieja de modo que la textura de ésta quede impresa en él.
La pez y los fustes
Para poder engastar la piezas se fijan firmemente las monturas en una pasta rígida llamada pez o lacre; asimismo, para soportar y manipular convenientemente la pieza se aplica pez en unos soportes llamados fustes. Éstos pueden estar partidos longitudinalmente, para fijar anillos o realizar cualquier tipo de fuste, con el fin de inmovilizar convenientemente otras piezas más planas: como pueden ser algunos broches o determinados pendientes.
La pez es una composición de goma laca, almagre y colofonia; se pueden variar los distintos componentes en función del clima y la costumbre de uso.. la proporción más utilizada es la que consiste en mezclar a partes iguales los tres ingredientes.
Los ingredientes se preparan derritiéndolos lentamente en un cazo, y evitando en todo momento que hiervan. Una vez que se consigue una masa homogénea, se vierte sobre una plancha de acero previamente mojada con agua y se deja enfriar para, a continuación, romperla en pedazos pequeños con un martillo.
Para reblandecer la pez y pegar en ella la montura, se utiliza una lámpara de alcohol. Con el calor la pez se reblandece y cuando está homogéneamente blanda, se fija en ella la pieza ligeramente impregnada de aceite; de esta forma la pieza podrá despegarse con facilidad una vez terminado el trabajo. para eliminar los restos de pez se hierve la pieza en amoniaco diluido.
El motor y el martillo percutor
para engastar se precisan diversas fresas; las más habituales son las terminadas en forma esférica o de bola y las que acaban en forma cóncava, con las que pueden redondearse los granas o las garras de las galerías.
Mientras que el flexible tiene el motor separado, colgado, y transmite la fuerza de rotación por medio de un brazo movible a la pieza de mano intercambiable, el micromotor tiene un pequeño motor en la misma pieza de mano, que permite una mayor comodidad y versatilidad.
Tanto el micromotor como el flexible realizan la misma función, y a ambos se les puede añadir una pieza de mano como el martillo neumático, al cual se le montan diferentes puntas que permiten cerrar las monturas. las distintas fresas son esenciales para eliminar el metal y realizar correctos ajustados en las monturas, especiamente las fresas de bola.
El palillo
Durante el engastado es preciso trasladar numerosas veces las piedras; para ello se utiliza un pequeño útil denominado palillo. éste es muy sencillo de realizar; se requiere una fresa vieja, un poco de cera blanda y un pedazo de carboncillo.
Proceso
En un mortero se tritura una barra de carboncillo, hasta convertirla en polvo muy fino. paralelamente se recuecen los dos extremos de una fresa vieja, se aplanan con un martillo y se impregnan con un poco de lacre, para que al colocarse en la masa, ésta no pueda girar alrededor de la fresa.
El polvo de carbón se mezcla con la cera hasta lograr una masa homogénea; luego se envuelve toda la fresa, dándole la forma de una pequeña pera terminada en punta.
Al final el palillo debe tener la adherencia suficiente para que se pegue una piedra en una tabla, tal como muestra la imagen.
Palillo
