Montaje de árboles
Una vez finalizada la inyección de la cera se prepara lo que por su forma se denomina árbol. Previamente es preciso revisar y repasar todas las ceras inyectadas.
Para montar el árbol se colocan todas las ceras en él, y luego se embute en una masa de revestimiento; posteriormente, cuando la cera se funda, dejará el espacio necesario para que el metal fundido ocupe su lugar. Las ceras
Realización del tronco del árbol
El tronco del árbol puede hacerse inyectando cera en un tubo de gas, al cual previamente se le ha practicado un corte para extraerlo con comodidad.
Con un soldador se corta la altura necesaria para montar el árbol y se encaja en el centro de la base de goma.
Antes de unirlos al árbol, los bebederos se van cortando con el mismo soldador; éstos no deben ser muy largos. También con un soldador se van uniendo las ceras al tronco. Éstas no deben tocarse entre sí bajo ningún concepto; su colocación se empieza por la parte superior, con la piezas de menor tamaño, y se va descendiendo, respetando siempre un ángulo que no puede ser superior a los 45º. Las ceras más gruesas se ponen en la base del árbol, procurando guardar una distancia entre ellas y entre los extremos de éstas y las paredes del cilindro. Se debe procurar una buena unión de cera entre el tronco y el bebedero de la pieza.
Cálculo del peso de metal necesario
Antes de proceder a la preparación del revestimiento debe conocerse el peso del metal que se precisa para fundir el cilindro. Primero hay que saber cuanto pesa la cera y, a continuación, multiplicar este peso por la densidad del metal con que se va a fundir; para ello se pesa el árbol de cera con su base y al total se le resta el peso de la base de goma, que debe haberse pesado previamente.
Las ceras utilizadas tienen un peso específico muy cercano a 1, por lo tanto, a efectos prácticos, puede tomarse directamente el peso del árbol de cera y multiplicarlo por la densidad del metal con el que se fundirá; al resultado obtenido se le tendrán que añadir 15 o 20 g más correspondientes a la macerota del cilindro.
Para la plata de ley puede multiplicarse el peso de la cera por 10.5 y en el caso del oro de 18 kilates por 15.5. Por ejemplo, en caso de tener un cilindro con un árbol de cera para fundir en oro que pese 5.4 se multiplica el peso por 15.5. Tenemos así un total de 83.7 g a los cuales se añaden 15 g de oro más, obteniendo un total de 98.7 g de oro de 18 Kilates, que deberán prepararse y colocarse en el crisol de la inyectora para fundirse.
Bibliografía
Información extraída de:
Carles Codina (2000). La Joyería. Parramón Ediciones.
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