Perlas Artificiales
Las perlas de imitación son hechas por el hombre a través de procesos mecánicos y carecen del valor de una joya verdadera.
Las mejores perlas de imitación son hechas de cuentas de vidrio, cerámica, concha o plástico cubiertas con un barniz generalmente hecho de laca y escamas de pescado trituradas para simular la iridiscencia y el color de la perla.
Las perlas de imitación se conocen por muchos nombres. Algunos de estos nombres, desgraciadamente, se utilizan para engañar al consumidor. Las palabras «de moda», «de estilo», «falsas» (faux), «simuladas», «orgánicas», «hechas por el hombre» ,»Mallorca», u otros nombres regionales, son todos términos que se aplican actualmente a las perlas fabricadas de imitación.
Diferenciar perlas naturales, cultivadas y de imitación
Tanto las perlas naturales como las cultivadas son producidas por ostras y por lo tanto son consideradas joyas valiosas, un verdadero regalo de la naturaleza.
La única diferencia entre ellas es que las perlas naturales empiezan a producirse por un accidente natural mientras que las perlas cultivadas son iniciadas por la mano del hombre.
Un joyero experimentado generalmente puede observar por el agujero que atraviesa una perla y determinar su origen (la capa de nácar de la perla cultivada es más delgada) , pero si la perla no está perforada es más difícil, ya que el material superficial de la perla natural y cultivada es el mismo. Pueden emplearse varios ensayos sencillos, como el peso específico, examen al trasluz, obsevación bajo lente de aumento, pero no siempre son conclusivos. La única manera segura de diferenciar entre una perla natural y una cultivada es utilizando una combinación de radiografía con rayos X y fluorescencia de rayos X.
Diagrama de una perla natural
El corte muestra como el nácar se deposita en capas esféricas concéntricas con los ejes largos de los cristales de aragonito perpendiculares a las capas.
Diagrama de una perla cultivada
El nucleo de madreperla está formado por diferentes
capas de aragonito, básicamente paralelas y rodeadas
por capas concéntricas de nácar depositado por el
molusco. En la parte izquierda el corte está efectuado
perpendicularmente a las capas de madreperla.
Puede verse que sólo en una dirección, c en el diagrama,
los ejes c de las capas de aragonito del núcleo son
básicamente paralelas a los ejes c de los cristales de
aragonito depositados por la ostra.
Superficie de una perla natural tal como se ve bajo un microscopio y que
muestra las placas superpuestas de nácar.
La mayoría de los expertos en perlas pueden apreciar la diferencia entre una perla de imitación y una real solamente con verla. Sin embargo, gracias a sofisticadas técnicas de fabricación y terminación, puede ser difícil para el consumidor medio distinguir a simple vista entre una perla natural o cultivada y una buena imitación. Una manera fácil de averiguarlo es realizando la «prueba del diente» :
Si se roza lentamente una sarta de perlas de imitación con los dientes, el tacto será suave. Una sarta de perlas naturales o cultivadas se sentirá un poco arenosa.
Esta sensación «arenosa» proviene de la estructura cristalina del nácar que forma las perlas reales y cultivadas.
Cuidado y conservación de las perlas
Las perlas cultivadas son relativamente blandas en comparación a otras piedras y metales preciosos. De modo que es importante cuidar las perlas con especial atención para así asegurar que se preserven brillantes y bellas, generación tras generación.
Los cosméticos, perfumes y lacas para el cabello contienen productos químicos que pueden dañar el lustre de la perla con el paso del tiempo. Incluso las grasas naturales del cuerpo así como la transpiración también pueden dañar el lustre de la perla. De modo que es mejor ponerse las perlas después de haberse aplicado el maquillaje, el perfume y la laca para el cabello. Después de usarlas debe limpiarlas con un pañito húmedo para así mantenerlas libres de los residuos dañinos de estos productos. Periódicamente, las perlas deben lavarse con un jabón suave.
Mantenga siempre sus perlas separadas de artículos de joyería pesados, tales como metales y otras piedras, para evitar que se rayen. Las perlas se mantienen mejor dentro de una bolsita de tela a o separadas en un joyero forrado por dentro.
Si usa sus perlas varias veces a la semana, sería bueno llevarlas al joyero una vez al año para que las vuelva a ensartar y así evitar que se vaya a romper el hilo. Muchos expertos recomiendan hilo de seda para volver a ensartar las perlas. Sin embargo, el hilo de nylon es una alternativa aceptable. Asegúrese de que el hilo esté anudado entre cada perla este modo se que todas las perlas se caigan en caso que se rompa hilo. Estos nudos también evitarán que las perlas rocen unas con otras.