CIERRES DE PENDIENTES

Los pendientes pueden tener distintos tipos de cierres:

Cierre a presión

Es un tipo de cierre muy usado en joyería por su comodidad. La parte trasera puede ser a presión sencilla, de mariposa. El más utilizado es el de mariposa que, al llevar un pequeño surco, encaja perfectamente en el perno o palito y no se resbala.

Proceso

La base de este cierre la constituye un perno o hilo de plata o de oro con un grueso de 0.7mm aproximadamente, el cual deberá estar firmemente soldado a la pieza. Para que la soldadura al pendiente sea duradera, con una fresa se realizará un pequeño encaje para el perno y, a continuación, se soldará un hilo en el interior.

Con una lima que sólo tiene corte en su arista, se lima un pequeño encaje a modo de seguro, el cual evitará que la presión pueda es capar con facilidad.

Las presiones pueden comprarse ya hechas; sólo se debe elegir el tamaño de las mismas según las dimensiones del pendiente.

Este tipo de cierres tienen el inconveniente que si se quitan y se ponen los pendientes muy a menudo pueden aflojarse, por lo cual es aconsejable comprobar si hacen presión suficiente, en caso contrario llevarlas al joyero más cercano para que nos las ajuste.

Cierres de rosca

Son una variante de los de presión. En este caso el palito o perno dispone de de hendiduras para que se enrosque el cierre. Son apropiados para bebés, niñas y también para ponerse en agujeros adicionales, puesto que al quedar tapado el perno no corre el peligro de clavarse y se puede dormir cómodamente con ellos. Debe tenerse la precaución de que estén roscados a tope, si no se corre el peligro de perder el pendiente.

Suelen ser cierres pequeños, por lo cual se utilizan en pendientes pequeños.

Cierre Catalán

Es  parecido a los cierres a presión pero consta de una palanquita articulada con un agujero que se ajusta al perno del pendiente que dispone de un pequeño corte para ello. Con el uso, los más sencillos, suelen aflojarse y debemos llevarlos al joyero para que los ajuste. Se utilizan en muchos tipos de pendientes incluidos los de tipo criolla, aunque en estas el sistema varía un poco.

Cierre Omega

Es quizás uno de los mejores cierres que se fabrican; su forma permite una buena posición del pendiente. El cierre combina un perno liso redondeado, que atraviesa el lóbulo de la oreja, con otro hilo formando una pala hueca basculante que presiona el lóbulo de la oreja contra el pendientes; a este último, debido a su forma, se le llama «omega». La presión que ejerce la pala debe regularse para que no apriete demasiado la oreja.

Normalmente se utilizan en pendientes de mayor tamaño porque precisan de un mayor espacio para colocarlos.

Proceso

El cierre omega consta de un talón o soporte donde está montado el omega y un perno que debe ir soldado a una distancia aproximada de 7 o 9mm del talón. Primero, se suelda el talón y, a continuación, el perno; una vez concluidas todas las soldaduras se instala el omega.

La pieza que tiene forma de omega no debe recocerse; ésta tiene la tensión que le proporciona el hilo omega. Esto también se tendrá presente en las reparaciones: el omega debe desmontarse antes de soldar la pieza. Para efectuar el remache, se introduce el pequeño hilo recocido a través del talón y del omega y se remacha con un martillo o martillo percutor.

Cierre Ballestilla

Consta de un perno curvado que se ajusta a una palanquita articulada. Utilizado especialmente para que el pendiente cuelgue.

Cierre de Gancho o Hippie

Tiene forma de gancho curvado que pasa a través del orificio del lóbulo de la oreja. Puede ser cerrado o abierto.

Cierre para aros de tipo «Congo» o africano

Se utiliza en pendientes de tipo aro o criolla. Este cierre es considerado uno de los más fiables en estos pendientes. Hay que asegurarse de que no se aflojen. Es el que hace que los aros sean más visibles y no causa molestias en las orejas.