Engaste de garras
La montura con engaste de garras es la técnica más utilizada y es una de las monturas que cubren menos la piedra una vez engastada.
Para crear un engaste de garras se inserta una gema dentro de entre tres y seis garras equidistantes de una base que podría recordarnos un cesto. Los extremos de las garras se doblan y conforman sobre la gema, de tal forma que la mantienen firmemente en su sitio.
En su construcción debe procurarse que la disposición de los hilos impida a la piedra desprenderse por ningún lado; también habrá que asegurarse que la dureza del hilo es la adecuada.
Los engastes corrientes de garras utilizan cuatro garras, pero cuanto más garras tanto más firme estará la gema. A los extremos visibles de una garra pueden dárseles formas redonda, ovales, puntiagudas, de galones y planas o conformarse ornamentalmente, en cuyo caso se llaman «garras realzadas».
Como es relativamente fácil acomodarlo para cada corte y talla, la mayoría de las gemas admiten el engaste de garras. Su posición elevada permite el libre paso de la luz, con lo que la piedra podrá brillar como se merece.
Todos los tipos de joyería admiten el engaste de garras, pero sobre todo los anillos solitarios, las alianzas y las joyas nupciales.
Por ejemplo la alianza por excelencia, el celebrado engaste de estilo “Tiffany”, se ha convertido en el “anillo de los anillos” desde que fuera creado por el fundador de la emblemática joyería neoyorquina Tiffany & Co. en 1886.
Proceso
El proceso es similar al de las monturas a partir de un tubo. Con una fresa de bola se elimina metal del interior de la garra, y con otra fresa también de bola, pero de menor tamaño, se realiza el ajustado interior: se coloca la piedra con el paluillo y con el empujador se presiona el restante del hilo, hasta situar el metal encima de la piedra; luego se perfilael hilo con una lima pequeña y se redondea con una fresa cóncava.
En el montaje clásico con garras se debe procurar que existan como mínimo tres patas y que la piedra pueda moverse; también se intentará que los cortes practicados en las patas estén todos a la misma altura, para evitar que la piedra quede inclinada.